Hacia una apertura de las fronteras de la formación continua.
En Francia, los adultos se forman principalmente durante su horario de trabajo, con pocas perspectivas de obtener un diploma. Las relaciones entre el sistema educativo y el mercado de trabajo establecen un corte más claro entre la edad de los estudios y la de la actividad profesional que en cualquier otra parte de Europa. En 2004, sin embargo, una reforma hizo evolucionar claramente el sistema francés de formación continua. Las medidas instauradas, como el derecho individual a la formación o el período de profesionalización, han renovado los vínculos entre aprender y trabajar. Estas medidas, ¿bastarán para poner en movimiento las fronteras de la formación continua y a encaminar a Francia en la vía abierta por Europa, que busca crear un continuum de educación y de formación a lo largo de la vida?