La digitalización no es nueva, la digitalización no es necesariamente desmaterialización, la digitalización por sí sola no cambia las organizaciones. Las preguntas son entonces numerosas. Por ejemplo, ¿de qué debemos ocuparnos al invocar la transición digital? ¿De la recomposición de las calificaciones y las competencias? ¿De la transformación de los oficios y las profesionalidades? ¿De la transformación de las organizaciones de trabajo? ¿De los efectos en los modos de de aprendizaje y de formación? ¿Cuál es su impacto en el volumen de empleo? Los trabajos se centran en las profesiones del sector digital, así como en las consecuencias del desarrollo transversal de lo digital en la logística, por ejemplo, o el impacto de las herramientas digitales en la adquisición de competencias.